La compraventa de viviendas inaugura el año con un avance interanual en enero del 11% que, pese a ser mucho más moderado que el de un año atrás (+37,7%), se traduce en 60.650 operaciones, el mayor número de transmisiones registrado en un arranque de año desde 2008. Además, la tasa mensual, del 20,5%, deja atrás la caída que el inmobiliario registró en diciembre, comportamiento habitual para ese mes por el periodo vacacional que ralentiza el mercado.
El sector comparte la lectura de la época dorada para la compraventa. Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, considera que los datos de enero mantienen «unas perspectivas de cierre de un alto volumen de operaciones» y María Matos, directora de Estudios deFotocasa, resalta que, de mantener el volumen de 60.000 operaciones mensuales, podría ser el mejor año desde 2007 (775.000 transmisiones) ante un dinamismo auspiciado por la «continuidad del boom en la compraventa de vivienda por quinto año consecutivo, iniciado tras la pandemia».
El comportamiento al alza fue generalizado en todas las comunidades salvo en una: Cantabria fue la única región donde en enero de 2025 se vendieron menos viviendas que un año atrás, un 10,3% menos en concreto. El detalle del resto del mapa deja los mayores repuntes de operaciones en La Rioja (+24,4%), Canarias (+22,7%) y Asturias (+21,8%) y ubica los avances más moderado en Navarra (+1%), Castilla y León (+4,8%) y Cataluña (+6,7%).
El aumento interanual de la compraventa de viviendas en enero fue consecuencia tanto del repunte de las operaciones sobre pisos nuevos (+30,9% interanual y 14.164 operaciones) como de segunda mano, que crecieron un 6,1% hasta las 46.486 operaciones.
De diciembre a enero, las compraventas de viviendas a estrenar aumentaron un 24,5% y las usadas un 19,3%. «La buena noticia» para Iñareta está en que «en este mes la subida de las ventas de vivienda nueva ha sido mucho mayor que la de vivienda usada y ya supone más del 23% de todas las operaciones cerradas».
En la misma línea, Matos indica que se trata de «un volumen muy significativo en comparación con el porcentaje mostrado en los últimos años» y lo achaca a que «esta tipología está experimentando una gran intensidad, debido al alto interés por comprar vivienda a estrenar, ya que la vivienda nueva cumple con los requisitos más demandados por los compradores». Esto tiene una ‘cara b’ y es que el interés por estrenar piso puede traducirse en más subidas de precios «si la demanda continúa tan fuerte» ante las dificultades de los promotores para encontrar suelo y financiarlo. A esto se suma el aumento del coste de los materiales o la falta de mano de obra en la construcción a la que se enfrenta el sector.
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